Después de tantos días sin correr por la montaña, se he hecho duro, aunque las vistas y los paisajes de los que hemos disfrutado, compensan con creces el tener que bajar hoy las escaleras de espaldas.
El sol ha sido uno de los protagonistas de esta travesía en dos días dias de la Senda de Camille. Un fin de semana excepcional para salir a la montaña.
El sábado salimos a las 7:00 h. desde la frontera de Somport y en pocas horas nos plantamos en el primer refugio, el de Arlet en Francia. El ritmo de las primeras horas era muy bueno, trotando casi siempre que se podía y haciendo las subidas a un buen ritmo.
El sol del medio día y los metros de ascenso acumulado, hizo que bajara un poco el ritmo en el resto de la jornada. Al llegar al puerto de Palo, variamos la ruta original de la Senda, ya que bajar hasta el pueblo de Lescún, suponía correr varios kilómetros por asfalto y pista, así que preferimos bajar hacia Oza y subir por el ibon del Acherito, para enlazar de nuevo con la Senda a la altura del collado de Petrachema. La bajada hasta el refugio de Linza, final de nuestra primera etapa, fue rápida. Al final de día, 45 km y 2.523 mts. de subida.
El domingo, más sol, más subida y más paisajes espectaculares. Salimos de Linza con algo de retraso y nos dirigimos al siguiente refugio, el de Gabardito. Usamos la variante que asciende por el collado de Estribiella a unos 2.100 mts. de altura. Desde ahí, hacia Oza y finalmente a Gabardito. Pensando que estabamos acortando lo que hicimos fue alargar la ruta y cuando llegamos al refugio ya eran las tres de la tarde. Con más de trenta kilómetros todavía por delante, decidimos seguir hasta el siguiente refugio, Lizara y dar por concluida ahí nuestra travesía. Otros 38 km. y otros 2.670 mts de desnivel positivo.
Como primera toma de contacto no ha estado mal, ahora a que se pasen las agujetas y a seguir entrenando.
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